Nací en Caracas un dia de Julio de aquellos últimos años de la revolucionaria década de los 60. El mayor de 6 hermanos. Hijo de Danilo y Nelly y ahijado de Pedro y Dilia. Una crianza recia, casi manus militaris con pretendida intención de formar un hombre de bien.

La responsabilidad del hermano mayor imprime un caracter de protección a los hermanos menores que me acompañaría por siempre. Mi crianza inicial a las faldas de los morros de San Juan hasta los cinco años cuando comienzo a disfrutar de la belleza de la Ciudad Jardín, Maracay en los valles de Aragua.

A los dieciseis años partí hacia los mundos del mar por casi una veintena de años y comienza la vida de los amores, premiandome la vida, quiza inesperadamente con la responsabilidad amorosa de padre de Elizabeth y después de Gabriela y aunque las ansias de la vida quiso que no siempre los senderos fueran los mismos, las parcas tejen y destejen.

Habiendome convertidio en ciudadano del mundo fui de vuelta a mi hermosa Ciudad natal... Caracas, que me recibe con la magestuosidad del Ávila (ahora Waraira Repano) disfrutada por unos quince años entre viajes de ida y vuelta. Allí incursioné en la Academia y me hice abogado y catedrático; adopté una familia, mis queridos hermanos y al final de aquellos días, casi sin imaginarlo el amor también estaba allí, poniéndome a prueba una vez más aunque en niveles menos densos, más sublimes, más puros, más amor.

De pronto un inadvertido viaje abre nuevos horizontes, un sin regreso (hasta que Dios quiera)... Al final del día, en eso me convirtieron las experiencias de la vida, en un Ciudadano del Mundo.

Hoy en la tierra de nuestros descubridores. Recibido con calidez andaluza. Entre flamencos, jamón ibérico, gambas y chocos; entre vinos y cervezas; entre gente como yo, entre gente como tu. No hay duda de que las Bendiciones están presente.

Yo a mis dos años!!

Yo a mis dos años!!

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